¿Necesitas algunos trucos para dormir y descansar mejor? Aquí vamos a intentar ayudarte con esa tarea que a veces se nos complica un poco. El ajetreo y el ritmo del día a día, tan lleno de desafíos en distintos ámbitos, puede hacernos sentir que nos falta el tiempo incluso para algo tan básico como el descanso diario. Nuestros hábitos de vida, y especialmente lo que comemos, y cuándo y cómo lo hacemos, también tiene que ver con todo ello. Por eso, vamos allá con algunos consejos.
Es muy recomendable tratar de llevar una vida lo más activa posible. Eso incluye el movimiento diario, aunque las obligaciones rutinarias lo pongan difícil. Una buena iniciativa es intentar caminar, por ejemplo, y si la distancia lo permite, de vuelta a casa desde el trabajo. El gimnasio juega un papel determinante en los últimos tiempos y mucha gente elige esta manera de mantenerse en forma entre semana. Los fines de semana son una ocasión fantástica para hacer deporte tanto en solitario, como correr o andar en bici, como en equipo. Podemos aprovechar para juntarnos con amigos para jugar al baloncesto, fútbol, tenis, etcétera.
Pero también, como decíamos, es fundamental una alimentación equilibrada y variada. Aunque a veces nos veamos obligados a desayunar demasiado rápido y almorzar o cenar casi de forma improvisada por nuestras obligaciones, es más que aconsejable dedicar tiempo y cuidado a algo tan vital como lo que comemos. Es de las formas más importantes que tenemos de cuidarnos. Y lo mejor es que tiene resultados visibles en cuanto a lo bien que nos encontramos.
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Por ejemplo, fijémonos en las cenas. Es evidente que hay que cuidarlas especialmente. Son la última comida del día y muchas veces el momento de la jornada en el que estamos más cansados. La tentación de tratarlas como un trámite es fuerte, pero hay ideas para que se nos hagan no solo más apetecibles, sino sencillas de preparar y que sean esa comida que nos facilite irnos a dormir y descansar mejor. Un descanso que necesitamos para seguir funcionando en nuestro día a día a pleno rendimiento.
Una cena ligera es, muchas veces, el pasaporte a un sueño reparador. Y este, a su vez, lo que necesitamos para sentirnos plenos de energía y con ganas de hacer cosas. Prepararte cremas o sopas frías o calientes, en función de la estación del año, no solo consigue nutrirnos y saciarnos. Es una de las maneras más reconfortantes maneras de acabar el día y nuestros vegetales, como los puerros, las judías verdes, los guisantes o el cardo son perfectas para ello. Prueba también a introducir las ensaladas en tus costumbres en la cena. Nuestra menestra y macedonia de verduras te ayudarán a ello. Por supuesto, siempre con la garantía de sabor natural desde el origen.
Otros hábitos o trucos para dormir que pueden ayudarte a enfocar mejor el descanso nocturno son tomar una ducha con agua tibia antes irte a la cama, realizar ejercicios de meditación o sustituir el uso del teléfono móvil por una lectura relajada en esos últimos momentos del día. Nosotros, además, te vamos a recomendar otro que también tiene que ver con las cenas. Incorpora un poquito de miel (puede ser añadiendo una cucharada en un yogur natural) y verás cómo te ayuda a conciliar mejor el sueño.