Hablar de los beneficios de la miel da para tanto como hacerlo de la dulzura de este alimento tan popular. Un sabor que se te ayudará a la vuelta a la rutina del otoño y se convertirá en un nuevo básico de esa dieta saludable que te hace sentir mejor.
La miel es un tesoro de la naturaleza que en Helios apreciamos como merece. En cada uno de nuestros envases de cristal, antigoteo o en porciones está lo mejor de este laborioso producto de las abejas a partir del néctar de las flores. Recordemos que una cucharada puede equivaler a lo que en toda su vida son capaces de hacer diez o doce de estos animales, y que un kilo de miel representa aproximadamente la producción de unas 2.500 abejas.
Vitaminas, minerales, antioxidantes: descubre los beneficios de la miel
Desde tiempos inmemoriales -algunas fuentes sitúan el momento en Mesopotamia-, el ser humano ha aprovechado las cualidades de la miel. Algunas de ellas las conocemos bien porque han llegado hasta nuestros días. Aliviar la tos o un resfriado, aplicada en heridas o quemaduras o como remedio para conciliar mejor el sueño son algunos ejemplos. Esto último es debido a que la miel es rica en triptófano, un aminoácido que libera serotonina y está relacionado con la hormona melatonina. Nada como una cena con miel para preparar un buen descanso.
Entre los beneficios que la miel aporta a nuestro cuerpo debemos hablar de la energía que proporciona en forma de azúcares. Y, claro está, de sus vitaminas, como principalmente la B1, B2, B5 o C1. Fósforo, calcio, magnesio o hierro son algunos de los minerales que contiene.
El poder antioxidante de la miel es otra de las características que hacen de ella un alimento especialmente favorable para nuestra salud. Como sabemos, estos ayudan a nuestro organismo a corregir el estrés oxidativo, previniendo con ello el envejecimiento de las células y el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas. Además, algunos estudios han probado que la miel ayuda a regular los niveles de colesterol.
Ideas con miel desde el desayuno hasta el postre
La miel lo tiene todo para convertirse en un fijo en tu dieta de la nueva temporada. Si la vuelta al trabajo, al curso, y todo lo que septiembre representa, es época de cambios, prueba a introducir uno en tu desayuno. ¿Qué tal empezar el día con la energía que da un poco de miel en una tostada de pan integral? O en un yogur casero con nueces, que también puedes hacer con toda la familia.
Y no solo eso, puesto que su sabor dulce la convierte en un acompañante que da mucho juego para platos principales. La capacidad para maridar con otros sabores nos invita a entrar en todo un mundo por descubrir. Algunos ejemplos de ello son su perfecta combinación con pescados como el salmón y la lubina o carnes como el costillar de ternera o de cerdo. La miel está presente también en los postres de una manera original, ya que podemos acabar una buena comida o cena disfrutando de cómo potencia los sabores de un buen queso, especialmente los de cabra y azules.
No son habituales los alimentos que aúnen tanto beneficio saludable y gusto en el paladar como la miel. Así es más fácil dejarnos llevar por el embrujo de un sabor sin comparación y genuinamente natural.