Llega la Navidad y con ella muchísimas celebraciones, comidas, cenas…Un sin fin de eventos en los que el al final el bolsillo se resiente. Este año os propondremos hacer la cena con amigos en casa, que será recordada por todos, eso seguro.

¿Quién sabe si se convertirá en una tradición? Hoy os contamos algunos trucos que os pueden venir bien para que sea todo un éxito.

Vamos a omitir el paso “¿A quién invitar?”. Entendemos que eso lo tendréis bastante claro. Así que vamos a ir directamente a la organización:

– Si la cena la organizas en tu casa, lo ideal sería que todos ayudasen en la cena equitativamente, o en su defecto, que cada uno tenga su tarea asignada, así que aseguraos de que ninguno de los invitados os falla.

– Para que no cargues con todo el trabajo solo, os recomendamos ir varios amigos juntos a comprar los ingredientes y adornos que incluiréis en la cena. No es necesario gastarse un dineral en cocinar millones de platos y entrantes, al fin y al cabo lo que cuenta es que vais a estar todos reunidos.

– Y como no podía ser de otra manera, no os podéis olvidar del vino tinto y cava para la cena y las copas de la sobremesa. Pero nos os olvidéis de tener refrescos o cerveza sin alcohol para los que decidan no beber alcohol esa noche: conductores, embarazadas…

– Respecto a la decoración, utiliza algo con lo que te sientas representado, no hace falta recargar la mesa. Las cosas buenas se ven en los detalles, así que atar lazos rojos a las sillas podría ser un buen adorno para la cena.

– Aunque creas que no, la típica vajilla blanca, que todos o casi todos tenemos en casa es perfecta para esta ocasión. Ya que, este color te permite jugar con el resto de la decoración.

– Por último, una tradición muy bonita, que alegra todas las fiestas: el amigo invisible. Acordar entre todos un presupuesto máximo para que no haya mucho contraste entre los regalos. El final de la cena es el mejor momento para empezar a darse los regalos, qué aseguran un momento de risas y disfrute para todos.

Estas son algunas ideas, sencillitas, para los que estéis un poco atorados con tanta preparación navideña, así que ahora solo toca una cosa: ¡disfrutar!