Cinco hábitos que mejorarán tu aspecto

Sabemos que adoptar determinados hábitos saludables puede mejorar nuestro organismo por dentro. Lo que muchas veces olvidamos es que también lo mejoran por fuera. Porque una piel bonita y un pelo brillante son, en la mayoría de los casos, el reflejo de una vida sana. ¿Cómo conseguirlo? Empieza por adoptar estas cuatro sencillas costumbres.

  • Ojo con tu postura.  Adoptar una postura correcta, además de evitar múltiples dolores musculares y contracturas, nos hará parecer más altos. La clave está en fortalecer los músculos de la espalda que sujetan nuestra columna. Cuanto más fuerte estén, menos esfuerzo nos costará adoptar una posición correcta. Practicar deportes como pilates o yoga serán de gran ayuda.
  • Bebe más agua. No nos cansamos de repetirlo: beber dos litros de agua al día tiene múltiples beneficios para la salud. Pero, lo que quizá no sabías, es que también ayuda a tener un vientre plano. ¿Las razones? Parece que beber mucha agua ayuda a disminuir los niveles de azúcar en sangre y, por tanto, reduce la tendencia a engordar.
  • Reduce la ingesta de azúcar. En muchas ocasiones, el exceso de azúcar puede derivar en enfermedades como diabetes o problemas de corazón. Pero también es una de las causas de las arrugas. Cuando el azúcar pasa a la sangre, se apropia del colágeno y la elastina, disminuyendo su capacidad de aportar flexibilidad y suavidad a la piel. ¿El resultado? La piel pierde su firmeza. Así que, es un buen momento para sustituir el azúcar refinado y los carbohidratos por alimentos más saludables como la avena o las nueces, que contienen fibra soluble que ayuda al organismo a absorber los azúcares.
  • Duerme un mínimo de 8 horas al día. Este es otro de los consejos que ya nos sabemos de memoria. Y es que, el descanso es fundamental, no solo para sentirnos bien física y mentalmente si no para conseguir una piel más luminosa y firme y evitar engordar. La falta de sueño repercute en la habilidad para procesar la glucosa, lo que puede provocar altos niveles de azúcar en la sangre y favorecer la diabetes o un aumento de peso.
  • No te pases con la sal. No solo es el responsable de la tensión alta y la retención de líquidos, sino también de las bolsas en los ojos. Durante el día, la gravedad hace que la sal vaya directamente a nuestras extremidades. De ahí que, muchas veces, acabemos al final de la jornada con nuestros dedos, tobillos y pies hinchados. Pero, al tumbarnos, la sal se distribuye por todo el cuerpo, incluyendo los ojos, lo que puede derivar en bolsas debajo de estos. Así que, ya sabes, no abuses de ella.

Y tú, ¿qué hábitos llevas a cabo en tu día a día para mejorar tu aspecto? ¡Cuéntanoslo!

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