Se lo hemos escuchado decir a nuestras madres y abuelas cientos y cientos de veces: No salgas de casa sin desayunar, es la comida más importante del día, desayuna como un rey… Pero sobre todo cuando somos más jóvenes o niños, parece que nos da pereza o simplemente no nos apetece.

«No te olvides nunca de desayunar y hazlo siempre como un rey»

Según un estudio de la Universidad de Umea en Suecia, “los jóvenes que afirmaban saltarse el desayuno o que dos terceras partes del mismo eran bollería industrial. Resultaban ser más propensos a desarrollar un conjunto de factores de riesgo asociados a enfermedades cardiacas y diabetes a los 40.”

En el estudio Public Health Nutrition se muestra que aquellos niños que se acostumbran a desayunar bien, el resto de sus comidas es más sano y equilibrado que aquellos que no lo hacen que tienden a darse atracones. Además evitará que nos sintamos desfallecidos, estresados y con peor humor.

¿Cuál es la clave para hacer un desayuno equilibrado?
Tomar proteínas, pueden ser quesos frescos, jamón serrano o salmón, lo que más nos guste y combinarlo con un yogur. Hidratos de carbono, por ejemplo una tostada o bien cereales ( sin azúcares o grasas saturadas), fruta que puede ser una pieza o un zumo, si combinamos una tostada de pan integral o de semillas con tomate, será una idea riquísima y sana. Para incorporar alguna grasa, saludable eso si, podemos pensar en frutos secos, aceite de oliva o incluso aguacate. Si somos más golosos podemos optar por la miel o mermelada del sabor que más os guste: melocotón, fresa, arándanos o higo; existen infinidad de sabores para que elijáis.

Para vosotros ¿cómo es el desayuno ideal?