Cómo cocinar el cardo es una de las primeras preguntas que a veces puede surgirnos cuando hablamos de esta verdura. Pero no la única. Sin duda se trata de una menos conocida que otras como las espinacas, los espárragos, los calabacines o la lechuga. Pero también de una que tiene tantas o más posibilidades de consumir como las mencionadas. El cardo tiene todos los números para pasar a convertirse en uno de tus platos favoritos y con Helios es más fácil que nunca.
El cardo procede de las plantas de la failia asteraceae, es de carácter perenne y se caracteriza por poseer hojas de gran tamaño y tallos largos. Esto tallos pueden a veces tener algunas pequeñas espinas, por lo que hay que ser cuidadosos en su plantación y recolección. Las civilizaciones griega, persa y romana ya consumían habitualmente el cardo, se trata por tanto de un alimento que, al igual que sucede con otros vegetales, nos remite a una cocina con tradición natural. A menudo se ha relacionado el consumo de cardo a algunas regiones. Por ejemplo, en nuestro país es habitual en las zonas de Aragón, Navarra o La Rioja, aunque no exclusivamente. Su uso está extendido también en la gastronomía del norte de África.
Las propiedades del cardo son numerosas. Cuenta con minerales como el potasio, el calcio, el fósforo o el hierro. Y vitaminas como la B1, B2, B3 y la C. El cardo ayuda a regular nuestro organismo y a nuestras digestiones. También, gracias a la presencia de la inulina, un hidrato de carbono, contribuye a rebajar nuestro nivel de colesterol y el de la glucemia en sangre, especialmente indicado para la diabetes. Su capacidad diurética lo convierte en un alimento depurativo.
Entonces, ¿cómo cocinar el cardo?
Entrando en materia sobre cómo cocinar el cardo, tenemos que hablar de su cocción. Es la puerta de entrada para el cardo como protagonista de sabrosas y originales ensaladas o platos servidos fríos. Toma nota de algunos ejemplos: puedes presentar el cardo acompañado de pasas y champiñones, o de otras verduras como espinacas y judías verdes aliñadas con aceite de oliva y vinagre, con la opción de que este sea aromático como el de Módena. Otra opción altamente recomendable es servir el cardo cocido con un sofrito de ajo, cebolla y taquitos de jamón serrano.
El cardo es ideal como ingrediente fundamental de guisos más tibios o directamente servidos calientes. Un buen ejemplo es lo bien que marida con las almejas o los berberechos o como guarnición de platos de pescado como la merluza o el bacalao. También es un complemento perfecto, en sofrito, de platos de legumbres como potajes o diferentes presentaciones de los siempre populares garbanzos, lentejas o alubias. Y no podemos olvidar una de sus predilectas maneras de llegar a una mesa, que es con frutos secos y en concreto con almendras. El cardo con salsa de amendra es un clásico especialmente navideño. Consiste básicamente en el ingrediente principal cocido y una salsa de este fruto seco con caldo de cardo, zumo de limón, jamón serrano, ajo y aceite de oliva.
Como vemos, del cardo, aunque su consumo suele ser asociado a periodos fríos, podemos disfrutar todo el año y a cualquier temperatura. Y gracias a la presentación de Helios, al natural, limpios y directamente del campo a tu mesa, lo tendrás más fácil que nunca para disfrutar de un alimento que se convertirá en un fijo de tu cocina del día a día.