Una de las principales preocupaciones tanto de las marcas como del consumidor es la seguridad alimentaria de los alimentos. Un aspecto de vital importancia que en Helios ocupa un lugar fundamental en todos los procesos de elaboración de nuestros productos.
La directora técnica de Helios, María Eugenia Pérez, explica que la compañía controla todas las materias primas que entran en la fábrica, desde sus orígenes hasta “cualquier parámetro”. “Controlamos el proceso industrial en todas las variables, y, por supuesto, controlamos el producto final una vez envasado”, añade.
Pérez detalla que hacer conservas en la fábrica es “exactamente igual que hacerlo en casa, es prácticamente igual que cocinar”. Así, recalca que en la planta de producción de Helios se cogen las materias primas, se mezclan, se calientan, se envasan y se cierran.
En este sentido, añade que se asegura la inocuidad del producto a través de un tratamiento térmico “adecuado”, para posteriormente controlar el producto final una vez envasado, mediante un plan analítico y de control que permite controlar el producto y saber que lo que se ha hecho está bien. “Es una confirmación para asegurar que todo el producto que sale al mercado esté en perfectas condiciones”, enfatiza.
Acidez del producto (PH)
Otra de las claves de la seguridad alimentaria a las que Pérez hace referencia es la acidez del producto, sobre la que señala que hay que diferenciar entre los productos con un PH inferior a 4,5, o superior. “El PH marca el tipo de microorganismos que pueden crecer en el producto”, tal y como recalca.
La directora técnica continúa exponiendo que solo pueden crecer microorganismos patógenos, que son los que afectan al ser humano, con PHs superiores a 4,5. Por debajo de ese índice, afirma que los microorganismos que pueden crecer son, básicamente, mohos y levaduras, “que no son deseables por ser alterantes del producto, pero que sí son fácilmente identificables por el consumidor”.
Por lo que respecta a la oferta de Helios, destaca que la mayor parte de productos de la marca están en la zona segura, con PH inferior a 4, donde cita las mermeladas, las confituras, las salsas o las cremas. No obstante, advierte que existen dos productos que estarían fuera de esa banda, la salsa boloñesa, en la que se introduce carne y tiene un PH de 4,5, y el resto de conservas.
En referencia a estos productos, Pérez hace hincapié en que la compañía está “obligada a someterlos a un proceso de esterilización”, consistente, según amplía, en un calentamiento “muy agresivo” en un autoclave, que es una maquinaria especial para poder asegurar este extremo. “Este proceso lo realizamos después del envasado y así aseguramos una esterilización comercial óptima”, apunta.
Estándares de Seguridad y Calidad Alimentaria
El tercer aspecto a comentar es el de los Estándares de Seguridad y Calidad Alimentaria, a los que la directora técnica define como normas “muy rigurosas, muy exigentes” (Normativa IFS y BRC), que evalúan y controlan todas las etapas del proceso, desde el diseño, pasando por la producción, hasta la distribución.
“Estar certificados en estas normas nos permite darle al consumidor la seguridad de que el producto va a estar siempre bien”, añade en este sentido.
Alérgenos
Por último, Pérez hace referencia a los alérgenos, sobre los que destaca que en Helios se controlan todos los alérgenos que entran en la fábrica a través de las materias primas, asegurando que no entra nada “que no tenga que entrar”. “Solo tenemos los alérgenos que intencionadamente incorporamos a los productos, como por ejemplo en la salsa de atún, o en las mermeladas Selección, mermeladas con chocolate, el cual tiene unos cuantos alérgenos”, tal y como indica.
Sin embargo, enfatiza que desde la compañía siempre se da “tranquilidad en este sentido”. “Controlamos que no dosificamos otros productos sin tener validación y verificación de que no existen trazas de alérgenos”, concluye la directora técnica.