De unos años a esta parte, es muy probable que hayas oído o leído estas dos palabras: comfort food. Y es posible que intuyas a qué hacen referencia, aunque no tengas demasiado claro cuál es su significado concreto o su origen. Pero tranquilo, eso no es ningún problema, porque este es el espacio en el que, desde Helios, queremos hablarte un poco más acerca de lo que hay detrás de esa expresión que cada vez se usa más. Y es que vas a comprobar que su significado tiene bastante que ver con nuestra forma de ver la alimentación.
Es cierto, ya en las propias palabras comfort food, está la primera pista. Se trata, como su nombre indica en inglés, de un tipo de comida o comidas que están asociadas a una sensación de comodidad y que son capaces de generarnos un cierto bienestar. Para rastrear su origen, tenemos que remontarnos hasta mediados del siglo pasado. En especial en Estados Unidos, y durante la década de los años setenta del siglo XX, surgió la idea de que hay alimentos y platos que, más allá del sabor y sus nutrientes, tienen una influencia emocional positiva sobre las personas.
Un ejemplo claro de comfort food lo encontramos en aquellos platos que tienen una cualidad única. La de transportarnos, a través de nuestros sentidos, hacia la infancia o a momentos de nuestra juventud. Eso lo consiguen los alimentos elaborados de forma artesanal y casera, con cariño, tales como guisos, sopas, pasta, purés u otros platos de cuchara. A través de los aromas que desprenden cuando están cocinándose, y después de su sabor cuando los paladeamos, nos hacen sentir próximos a momentos felices y a personas importantes en nuestra vida.
Comfort food, una manera de rendir homenaje a los sabores de siempre
Parte de los sabores que podemos asociar a la comida que nos proporciona una sensación de confort tienen que ver con la tradición. Por ejemplo, un rasgo que muchos de nosotros compartimos es el de recordar los desayunos que hacíamos en familia cuando éramos pequeños, especialmente durante los fines de semana. Y muchos recordamos cómo de presente estaban, en esos momentos, las mermeladas y confituras de Helios. En nuestra memoria son importantes no solo por lo que son capaces de despertar en nosotros sus distintos sabores, sino porque están elaboradas con las frutas más naturales.
Podemos incluso llegar a acordarnos de cuál era el sabor favorito de cada miembro de la familia. O qué mermelada estábamos desayunando un día señalado que recordamos con especial cariño. Quizá bastante con destapar una de nuestras mermeladas de ciruela, por ejemplo, para que nos venga a la cabeza alguna broma recurrente con nuestros hermanos. O la de fresa para recordar que ese sigue siendo el sabor preferido de nuestra madre. O de cómo nuestro padre se aficionó, hasta el día de hoy, a empezar la jornada con nuestro tomate para untar.
Por comfort food o comida que nos hace sentir bien entendemos también, como decíamos, todos esos guisos que nos reconfortan el paladar y el alma. Muchos de ellos tienen como protagonistas principales a los vegetales. Y de ellas entendemos bastante en Helios. Respetando las cualidades naturales de su origen, conseguimos que lleguen hasta ti conservando el sabor de siempre. Ese que convierte en únicos ciertos momentos en que nos sentamos a la mesa con nuestra gente. Porque Helios siempre estuvo y estará junto a ti.