Acabas de llegar al lugar indicado para conocerlo todo sobre el origen de la pasta. Y es que, aunque parezca una cuestión que pasa desapercibida a simple vista, seguro que alguna vez te has preguntado de dónde vienen algunos alimentos. La pasta es, además, uno de los más populares del mundo. Uno de los que más consumimos de forma habitual. De hecho, podemos incluso asegurar que se trata de uno de los más aceptados y queridos por gente muy diferente entre sí.
La pasta nos da múltiples opciones. Casi podríamos decir que infinitas combinaciones, si tenemos en cuenta los distintos tipos de pasta y la cantidad de salsas existentes. En Helios nos tomamos muy en serio esta cuestión, y por eso hemos seleccionado para ti las mejores salsas de tomate, como la receta estilo casero con aceite de oliva. Con piezas seleccionadas en los mejores campos de Extremadura y de Andalucía. Y qué decir de nuestras salsas especialmente ideadas para acompañar tus platos de pasta: Boloñesa, Napolitana, Arrabbiata y Basilico. Sencillamente espectaculares.
Pero ahora vayamos a la pregunta que antes nos hacíamos. ¿De dónde procede la pasta? ¿Cuándo se empezó a consumir? ¿A partir de qué momento y cómo se empezó a popularizar? Para conocer a fondo la cuestión, tenemos que coger la máquina del tiempo. Y viajar varios siglos atrás. Tanto como hasta el siglo XII. Y hasta Italia, sí, pero no para conocer a Marco Polo, de quien se dice que introdujo la pasta a través de los viajes que realizaba con el lejano Oriente. Resulta que en lo que todavía tardaría en llamarse Italia ya se comía algo muy parecido a la pasta que conocemos hoy.
El mejor sabor desde el origen para tu pasta casera
Y es que fue en ese momento que mencionábamos, a mediados del siglo XII, cuando comenzó el origen del reinado de la pasta en territorio italiano. Estaba hecha con harina de trigo, diferente de la de mijo típicamente asiática, y su origen estaba en el mundo musulmán. La presencia de este en la isla de Sicilia, con anterioridad, hizo posible la entrada de esta comida en forma de masa que después se hervía con agua caliente. Tenía varias ventajas, quizá tres eran las más importantes. La primera, su capacidad de combinar con otros alimentos. Segundo, su poder nutritivo. Y, por último, pero no por ello menos importante, lo bien que se conserva.
Unos siglos después, el comercio y la industrialización posibilitaron que la pasta conquistara el mundo. Hoy no queda prácticamente ningún rincón del mismo donde no se conozca y sea fácil tomar un buen plato de espaguetis, macarrones o cualquier otra pasta. Porque, ojo, hay muchas clases de esta. Algunos estudios estiman que existen hasta 300 tipos diferentes. Y se pueden clasificar según sean cortas, largas, frescas, secas o rellenas. Desde los rigatonis a los raviolis pasando por los tallarines.
Y todas ellas tienen algo en común. Suelen estar buenísimas, pero pueden pasar a estar irresistibles con un sencillo paso. Exacto: Helios. Nuestras salsas están hechas con uno de nuestros grandes secretos. El mejor tomate de los campos andaluces y extremeños. Eso es lo que le da a tus platos el toque maestro, ya sea con nuestras salsas de tomate más clásicas o con las especialmente pensadas para tu pasta casera. Ya sabes: Boloñesa, Napolitana, Arrabbiata y Basilico. En Helios no queremos perdernos ninguno de tus momentos especiales, ¡y un plato de pasta siempre lo es!