¿Sabes bien cuál es la diferencia entre el gazpacho y el salmorejo? Desde luego, estamos hablando de dos pesos pesados de nuestra gastronomía. Y eso, al hacerlo de una como la española, símbolo de variedad, equilibrio y salud, son palabras mayores. Se trata de dos de los platos más típicos de la cocina tradicional que hemos heredado desde hace varias generaciones. Y especial mérito han tenido en la transmisión de ambos nuestras madres, tías y abuelas y así hasta varias generaciones atrás. Ellas siempre supieron que en la sencillez y la naturalidad estaban dos buenos secretos de la cocina.
Y es que podemos remontarnos hasta más de un siglo atrás para encontrar el origen del gazpacho. Parece ser que fueron las personas que habitaban los campos de Andalucía en el XIX quienes comenzaron a consumir ese plato tan popular. Sus ingredientes eran tomate, agua, aceite de oliva, vinagre, algo de pan desmigajado y vegetales como pepino y pimiento. Ingredientes optativos son también la cebolla y el ajo a gusto del consumidor. Solo con leer la composición ya se nos hace la boca agua, ¿a que sí?
Además, hay una cuestión importante que debemos resaltar cuando hablamos del gazpacho. Se trata de una cocina que podríamos denominar como de “aprovechamiento”. El gazpacho, como ocurre también con el salmorejo, se nutre de ingredientes normalmente disponibles en todos los hogares y en su origen con alimentos, especialmente los vegetales, que estaban próximos a su caducidad. Son platos que han tenido una expansión constante que también le debe bastante al turismo, ya que es uno de los que más han cautivado a los visitantes de nuestros país desde siempre.
Gazpacho y salmorejo: separados por una sola diferencia y unidos por Helios
Hablemos ahora del salmorejo. Entenderemos muy rápido cuál es la diferencia que lo separa del gazpacho. Este es un plato que también se consume desde antiguo en nuestro país, especialmente en la costa mediterránea y el interior andaluz. Sus ingredientes fundamentales son el tomate, el aceite de oliva, el ajo, la sal y el pan, mucho más presente que en el gazpacho y que le da una textura más densa. De hecho, el salmorejo suele tomarse con cuchara, mientras que el gazpacho “se bebe”. Además, este último lleva vegetales como el pepino de los que la receta del salmorejo carece.
Otra de las diferencias entre gazpacho y salmorejo es por su composición. Mientras que el gazpacho es una sopa líquida, el salmorejo es una emulsión. El primero lleva más agua que el segundo, que en muchas ocasiones no lleva nada de esta, haciendo que este último se parezca más a una crema. Lo que es seguro es que para preparar cualquiera de ellos vas a necesitar de un ingrediente estrella que encontrarás en nuestro catálogo.
En efecto, lo has adivinado. Se trata del tomate. Pero no de un tomate cualquiera, ni mucho menos. Prueba a hacer tu gazpacho o tu salmorejo con nuestro tomate triturado y notarás la diferencia. Las variedades Natural, Bio o Raf, que te recomendamos por su gran calidad, harán que logres que estos platos tan tradicionales tengan todo el sabor de lo natural en tu mesa. Será como un viaje al pasado que tu paladar agradecerá.