Prepárate porque te vas a enamorar de la pinsa romana. Quizá ni siquiera te suena ese nombre y te acaba de picar la curiosidad, pero la espera será corta, porque has llegado al lugar indicado para conocerla a fondo. Como ya sabes, de la mano de Helios. Y es que en esta casa se juntan el amor por la materia prima más natural con el gusto por las cosas bien hechas y con un siempre interesante punto creativo. Porque nos gusta la buena mesa compartida con los demás, y eso incluye tanto las formas tradicionales como descubrir nuevos sabores.
Empecemos por el principio. Es decir, hablando sobre el origen de la pinsa. Para ello, tenemos que remontarnos siglos atrás. En la Antigua Roma ya se cocían panes aplanados sobre los que se colocaban aceite de oliva y distintos alimentos. Ese es su antecedente, pero es a partir del siglo XVII, con la llegada del tomate al continente europeo, cuando empieza a tomar forma en la región italiana del Lacio, cuya capital es la ciudad de Roma. De ahí, su nombre. Desde finales del siglo XX y hasta ahora, la pinsa romana no ha hecho más que aumentar su popularidad.
Y, entonces, ¿cuáles son las características de una auténtica pinsa romana? Su rasgo principal lo encontramos en su forma, más rectangular que la redonda de la pizza tradicional. Además, su masa es también bastante particular, ya que es ligera y esponjosa. Esto es así gracias a la intervención de la harina de trigo en su proceso de elaboración, y también a que pasa mayor tiempo de fermentación en el horno que la de la tradicional pizza al estilo napolitano.
La salsa Helios es todo lo que necesitas para terminar de enamorarte de la pinsa romana
Seguro que ya te empiezas a hacer una idea de lo especial que es esta variante de la pizza. Pero es que, además, su textura te cautivará. Las características que tiene, gracias a su masa, son que sus bordes se mantienen crujientes mientras que el resto de la pinsa está irresistiblemente tierna. Ah, y no se nos puede pasar por alto otro gran atractivo de esta especialidad italiana. Debido al tiempo de fermentación de su masa y a que en esta penetra más aire que en la de una pizza tradicional, la pinsa suele facilitar una buena digestión.
Y ahora viene lo mejor. Agregarle tus ingredientes y favoritos y darle tu toque personal. Como sabes, cocinar tu propia pinsa romana casera puede ser una actividad tan apasionante como después devorarla en familia. A los más peques de la casa les encantará participar y ayudar. Así, verán con sus propios ojos la magia del proceso por el cual la masa y los ingredientes van dando forma a un nuevo plato que, sin duda alguna, pasará a convertirse en un clásico moderno de la mesa familiar. Pero falta algo fundamental.
En efecto, para que la pinsa te salga como a un auténtico chef romano, necesitas la salsa de pizza Helios. Es ahí donde se hermanan ambas variantes, gracias a nuestra salsa hecha con la mejor materia prima natural. Su secreto es el aceite de oliva y los siete tomates que el envase contiene y que proceden del cultivo local de los campos de Andalucía y de Extremadura. Con la salsa Helios te vas a enamorar perdidamente de una nueva forma de comer a la italiana. Buon appetito!