Organizar la nevera tiene una importancia mucho mayor de la que podemos pensar en un primer momento. Si nos fijamos, puede que tengamos que reconocer que, muchas veces, llegamos de hacer la compra a casa cansados o con poco tiempo y colocamos las cosas en la nevera sin fijarnos demasiado en ciertas pautas de orden. Quizá organizamos la misma en base a cierto criterio basado en la costumbre, pero a continuación vamos a repasar algunos consejos básicos para una acción que, por otro lado, es tan cotidiana y en la que puede estar incluso en juego nuestra salud alimentaria.
El primer truco que te damos es el siguiente. Divide la nevera en varias zonas. Así te será más fácil proceder a clasificar los alimentos en función de a qué parte pertenezcan. La premisa que no debes olvidar nunca es que lo que queremos es que todo el contenido de la nevera se mantenga bien refrigerado. Por eso, te proponemos que separes mentalmente tu nevera en cuatro partes. La zona inferior, la de en medio, la de arriba y, por último, los estantes situados en el interior de la puerta.
Empecemos por la zona inferior. Es la parte de la nevera que mejor conserva el frío. Pero vamos a aprovechar los cajones que suele tener esta zona para guardar allí las frutas, verduras y hortalizas que tienen que mantenerse frescas pero también protegerse del frío directo. Un poquito más arriba, pero siempre en esta zona inferior y más delicada, es el lugar para nuestras carnes y pescados. Es fundamental que estén bien envasados y envueltos. Y mejor si están cerrados en algún tupper, para que no haya derrames que puedan dar lugar a contaminaciones peligrosas del resto de alimentos de la nevera.
Más claves para organizar tu nevera con nosotros
Seguimos subiendo y en el espacio que podríamos considerar intermedio colocamos otro tipo de alimentos. Esta vez, unos que suelen ocupar bastante lugar en nuestras compras y por tanto en la nevera. Hablamos de los embutidos y los quesos, que por supuesto es absolutamente recomendable que estén envueltos de forma correcta. En un espacio superior es donde pondremos aquellos platos que ya estén cocinados. O los que tengamos a medio consumir, eso que popularmente llamamos “sobras”, y que deban ser terminados en un plazo corto de tiempo. Si quieres mantener una de nuestras salsas que ya hayas abierto, este es un lugar adecuado.
Es también en la parte de arriba donde vamos a tener nuestros diferentes tipos de leche. También, los clásicos yogures o postres lácteos, así como alimentos enlatados o bebidas una vez abiertas. Y, algo importante, este es el espacio ideal para los huevos. Esto es así porque en esta zona hay una temperatura menos fría y no sufren los cambios de temperatura que recibirían si estuviesen, por ejemplo, en la parte de la nevera que nos queda por mencionar.
Y la puerta de la nevera es una zona especial, ya que como bien sabes te provee de la magia que le da el toque diferencial a tus platos. Es ahí donde guardamos las bebidas como refrescos, zumos o leche que todavía estén cerradas, pero no solo eso. Abrir la puerta de la nevera es en muchas casas sinónimo de deslumbrarnos con las salsas, mermeladas y confituras Helios, esas en las que tú y los tuyos confiáis desde hace generaciones. Sigue estos fáciles pasos para organizar tu nevera y entonces ya solo te quedará lo mejor: disfrutar.