La agricultura ecológica explicada a los niños

Sabemos que la agricultura ecológica es de vital importancia para nuestro organismo y nuestra salud. Conocemos la importancia de una alimentación que esté basada en un tratamiento respetuoso de la tierra y la naturaleza. Y somos muy conscientes, en general, de la responsabilidad colectiva a la hora de cuidar un planeta que es único en todos los sentidos.

Pero lo que quizá no es tan fácil de desarrollar es qué es, en qué consiste la agricultura ecológica cuando ocurre una sencilla escena: que los pequeños de la casa nos hagan esa pregunta. Una cuestión, por otro lado, muy probable de darse si tenemos en cuenta que ese concepto, afortunadamente, está cada vez más presente a la hora de elegir nuestros alimentos cotidianos.

“¿Qué significa esto de agricultura ecológica?”, puede preguntarnos uno de nuestros hijos en el supermercado. Es fácil de imaginar que lo hace sosteniendo uno de los botes de tomate frito que sabe que forman parte de uno de sus platos favoritos como acompañante de la pasta. O una de las mermeladas insustituibles en el desayuno. La pelota de la respuesta está entonces en nuestro tejado.

Las tres grandes características de la agricultura ecológica

La agricultura ecológica, podríamos decirle a los más pequeños, es fundamental por tres razones principales. Primero, porque aprovecha la tierra. Segundo, porque no emplea productos químicos, externos a la naturaleza, en el proceso de obtención de los alimentos. Y por último, y derivada de las dos anteriores, porque respeta el medio ambiente y asegura la sostenibilidad del planeta.

El aprovechamiento de la tierra tiene sus raíces en el respeto a los ciclos biológicos de esta. Es por ello que hablamos de que algunas frutas o verduras son “de temporada”. La fertilización o abono ha de ser con materias orgánicas, por ejemplo el compost. La rotación en el cultivo sirve para que podamos plantar en un mismo lugar sin que se eche a perder el terreno. Se evitan así también las plagas.

Para combatir a estas, la agricultura ecológica usa la prevención. Una de las mejores maneras es la diversificación de cultivos. La variedad dificulta la aparición de enfermedades que echen a perder una cosecha. Es así como, por métodos naturales, esta modalidad trata de obtener los mejores alimentos, y en su mayor número, para su comercialización, para que lleguen a nuestras casas.

Esa es la tercera e importante virtud de la agricultura ecológica: un cuidado en la distancia entre productor y consumidor. Cuanto menor sea esta, mejor para el medio ambiente, pues implica menos intermediarios y menos transporte potencialmente contaminante.

Un valor irrenunciable para Helios

La agricultura ecológica es, por todos estos motivos, uno de los valores irrenunciables de Helios. Así lo señalan nuestros certificados. Y, sobre todo, la calidad de unos productos que habla por sí sola.

Nuestras mermeladas ecológicas no podían dejar pasar además algunos de los sabores más populares. Albaricoque, fresa, melocotón y naranja amarga dicen “presente”, con azúcar de caña y frutas recolectadas a mano. En cuanto a los untables, albaricoque, fresa y manzana a elegir, todas con un 70% de fruta.

No podía faltar el dulce de membrillo, un icono de conexión generacional. Y, por supuesto, el tomate. Frito con aceite de oliva virgen extra y tomates extremeños y andaluces, o el de la receta de Don Gaspar con sirope de agave aunando tradición, salud, sostenibilidad y, por supuesto la mejor mesa compartida en familia.

 

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