Vivir en un país con clima mediterráneo es una gran suerte ya que tenemos a nuestra disposición gran diversidad de frutas y vegetales. Eso hace que podamos llevar una variada alimentación gracias una dieta rica en frutas, vegetales y derivados de un fruto como la oliva.
En países con climas más polarizados, donde existían pocas frutas de invierno, se crearon las confituras para disponer de este alimento todo el año. Gracias el azúcar se conseguía un conservante natural que les permitía disponer de fruta de estación en estación, conservando gran parte de sus beneficios y siendo una buena fuente de calorías en el crudo invierno de Alemania, Bélgica o Reino Unido. La principal diferencia entre la confitura y la mermelada es que la confitura suele tener más de un 60% de azúcares por 100 gramos de producto mientras la mermelada tiene un porcentaje de azúcares inferior. A modo de curiosidad, la palabra mermelada proviene de Portugal y deriva de la conserva del membrillo con azúcar.
Pero volviendo a nuestro país y a nuestra dieta mediterránea, el consumo tradicional de productos frescos llegó a situar a España, no hace muchos años, como el segundo país en esperanza de vida tras Japón. En la actualidad, aunque seguimos bien situados, degraciadamente hemos bajado posiciones por el incremento del consumo de carnes, grasas y otros agentes que pueden incrementar el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
De ahí la importancia de introducir la fruta en nuestro día a día. En Helios tienes hasta 21 sabores de frutas diferentes para elegir y os vamos a contar, de forma breve, qué ofrece cada uno de ellos. Eso sí, hay que tener en cuenta que siempre tenemos que tratar térmicamente las frutas y esto hace que se reduzca significativamente la concentración de algunas vitaminas como la A, B1 y sobretodo la C al ser procesadas.
Los diferentes sabores que podemos encontrar son así como sus propiedades son:
- Albaricoque: alto en vitamina A, C y calcio, se relaciona con mejoras en el desarrollo óseo y enfermedades como la hipertensión, ayudando en los procesos de mal tránsito intestinal.
- Arándano: fuente de antioxidantes, contiene vitamina P y es rico en vitamina E. Una fruta poco conocida para lo enormemente positiva y funcional que resulta.
- Arándano rojo y fresa: equivalente a su pariente oscuro e indicado para enfermedades del circuito urinario.
- Calabaza: aunque no es una fruta en sentido estricto en muchos países se equipara. Sus fibras internas, sus cabellos, han demostrado tener una de las mayores concentraciones en anti-oxidantes dentro de los alimentos.
- Cereza negra y cereza roja: además de una fruta deliciosa se considera una súper fruta con alto contenido en antioxidantes como antocianina y melatonina, siendo uno de los pocos alimentos que la contienen. La melatonina ayuda a controlar el ritmo cardiaco y a prevenir enfermedades cardiovasculares.
- Ciruela: alto contenido en fibra y el perfecto aliado en determinados momentos de pesadez y mal tránsito.
- Ciruela y Kiwi: una combinación muy potente de fibras y un extra de vitamina C, aunque, por desgracia, perdamos parte de ella en el tratamiento térmico del producto.
- Frambuesa: rica en vitamina C y E además de antioxidantes como los flavonoides y el ácido elágico. Ayuda a la reducción del colesterol en sangre.
- Fresa: una de las frutas que más aporte de calcio proporciona.
- Frutas del bosque: una riquísima mezcla que aporta todas las propiedades de la frambuesa y los arándanos.
- Granada y fresa: la granada es otra inagotable fuente de beneficios. Sus niveles de antioxidantes son altísimos y se trata de una fruta muy indicada para la mujer ya que le ayuda en la retención de líquidos gracias a sus propiedades diuréticas. Además, tiene un alto contenido en minerales beneficiosos para el organismo.
- Higo negro e higo verde: ambos aportan gran cantidad de fibra siendo ésta muy beneficiosa para regular el tránsito por ser una buena fuente de alimentación para las bacterias probióticas. Además, es rica en antioxidantes y en vitaminas.
- Manzana: tan sólo recordando el dicho inglés de One Apple a day keep the doctor away (una manzana al día mantiene al doctor alejado) ya podemos intuir lo beneficioso de la manzana en la dieta. Su piel aporta pectinas naturales excelentes para la gastroenteritis y las infecciones rotavíricas.
- Melocotón: parece una fruta simple, pero es una de las mayores fuentes de beta-carotenos, a los cuales les dedicaremos un post aparte muy pronto.
- Mora: gran fuente de antioxidantes. Su consumo fresco aporta, además, vitamina A, C y sobre todo potasio, elemento muy positivo para nuestro sistema neurológico.
- Naranja amarga: fuente de vitamina C y fibra, alimento muy típico en la dieta mediterránea y que nos protege de tantos resfriados en invierno.
- Pera: una fruta muy rica en fibra que, además, contiene potasio. Destaca también su efecto diurético y es fuente de cobre, un mineral oligoelemento que cuida desde nuestras arterias hasta nuestra piel.
- Piña: diurética y fuente de L-Carnitina. Muy utilizada en los regímenes por ambas propiedades. La L-Carnitina es un transportador de los ácidos grasos. No hay que abusar de ella, pero en un momento concreto puede ayudarnos a depurar y consumir grasas antes que hidratos de carbono o proteínas como fuente de energía.
- Tomate: lo conocemos como hortaliza, pero realmente es un fruto con alto contenido en fibra y vitamina A. No debe faltar en una dieta compensada y equilibrada.
Esperamos que este recorrido por las propiedades de las frutas y la calabaza os resulte didáctico, entretenido y os ayude a configurar una dieta adecuada y sana, en la que las mermeladas no sean simplemente un contenido calórico y una fuente de hidratos de carbono.
Nota: Rogamos a nuestros lectores considerar que el deterioro de algunos elementos en el proceso de tratamiento industrial hace no relacionable al 100 % lo que contienen las frutas con nuestras mermeladas, así como la influencia del ph de los productos. Eso sí, lo que contienen nuestros ingredientes se relaciona con lo que contienen nuestros productos.