Entre los beneficios del maíz se cuentan la fibra, distintas vitaminas, minerales y antioxidantes. Pero, antes de hablar de todas ellas, debemos poner en contexto este alimento. Su origen, historia y usos nos llevan hasta un mundo ancestral, casi mágico.
Una historia mágica
Se estima que las primeras plantaciones de maíz son tan antiguas como de hace 9.000 años. Su domesticación se inició fundamentalmente en el conocido como Eje Neovolcánico de México, una cordillera de volcanes ubicada en ese país y que forma parte del Cinturón de Fuego del Pacífico. El maíz fue parte imprescindible de la dieta alimenticia de civilizaciones tan importantes como la olmeca, la maya o la azteca. Un poco el equivalente al trigo en Europa o el arroz en Asia.
Su arraigo cultural es tan fuerte en tierras de Mesoamérica que entre los mayas se contaba la leyenda de que el ser humano fue creado a partir de la harina de maíz. Para los aztecas incluso había un mito transmitido de generación en generación. Según la mitología de este pueblo, fue el mismísimo dios Quetzalcóatl, conocido como “la serpiente emplumada”, quien les proporcionó, disfrazado de hormiga, el primer grano de maíz. A partir de ahí comenzaría uno de los mayores imperios conocidos de la Historia humana, alimentado en gran parte con todos los derivados de esta gramínea.
El maíz dulce de Helios
Y es que el maíz ha llegado hasta nuestros días en el que lo consumimos de muy diversas formas. Como desayuno, frito como aperitivo, en bebida o, sobre todo, convertido en masa para elaborar las populares tortillas, una de las bases de la gastronomía mexicana. Y por supuesto en sus múltiples variedades. Quizá la más presente en nuestras mesas es el maíz dulce.
El maíz dulce de Helios, con toda su frescura, es un ingrediente fundamental de cualquier ensalada. Recuerda que, igual que los helados no son solo para el verano, lo mismo pasa con el maíz dulce para las ensaladas: cualquier época, también el entretiempo, es buena para darle ese toque de sabor a nuestras creaciones. Si quieres algunas ideas, prueba nuestras ya preparadas hawaiana, japonesa y tailandesa.
Y no solo para ensaladas. Aunque sea lo más habitual no es ese el límite para el cereal más cultivado a nivel planetario. Opciones deliciosas para combinar ese dulzor con otros alimentos son utilizar el maíz como relleno de empanadillas o acompañamiento del arroz en un risotto.
Los numerosos beneficios del maíz
Los beneficios del maíz son múltiples y la Organización Mundial de la Salud recomienda su consumo. Uno de sus principales rasgos es ser fuente de antioxidantes que, como sabes, combaten el envejecimiento de las células de nuestro organismo.
El maíz, además tiene un alto contenido en fibra, por lo que es un alimento digestivo. En cuanto a las vitaminas, tiene una fuerte presencia de la B1, que beneficia particularmente nuestra actividad cerebral, así como A, C y E. Y si hablamos de minerales, tenemos que hacerlo, entre otros, de fósforo, imprescindible para nuestros huesos y dientes, y magnesio, que ayuda a nuestros músculos, nervios y el funcionamiento del corazón.
Es así como el maíz se ha ganado a pulso un lugar entre lo más apreciado de la cocina. Su sabor y su aporte, además de su historia mágica y milenaria, hacen de él seguramente algo más que un mero alimento.