En Helios te vamos a contar los secretos que guarda el cultivo de las moras. Como bien sabes, las moras están presentes en nuestro catálogo en forma de mermelada extra. La hacemos con la mejor materia prima desde el origen, con frutos recolectados de forma manual, tradicional, porque en Helios nos manchamos las manos para que tú tengas un sabor único. Con 84 moras procedentes de los campos de Huelva y del Valle del Jerte, porque en Helios te damos el máximo de fruta por producto.
Las moras son frutas o bayas que tienen su primer origen en la zona de Centroamérica. Se trata de una fruta de las llamadas “polidrupa”. Esto significa que la mora está compuesta a su vez por pequeñas frutas carnosas y fibrosas, las “drupas” que, dispuestas en forma de racimo, le dan su característico aspecto lleno de puntitos. Dentro de ellas hay semillas de un tamaño muy pequeño, aunque ya de por sí el de las moras no suele superar los tres centímetros.
Como todas las frutas, las moras nos otorgan múltiples beneficios a nivel de bienestar y salud. Entre las propiedades que nos aportan podemos contar vitaminas como la C, la B6 o la E. También minerales como el potasio, el hierro o el calcio. Además, son fuente de fibra, tan importante para el sistema digestivo, y de proteínas. Son un alimento bajo en calorías, lo que las hace especialmente adecuadas para quien desee seguir una dieta equilibrada y saludable. Y contienen una buena dosis de antioxidantes que contribuyen a frenar el deterioro de nuestras células y a prevenir enfermedades degenerativas.
La importancia del cultivo de las moras
Las moras, para su cultivo, necesitan unas determinadas cualidades de clima y tierra. Por ejemplo, en cuanto a la temperatura, lo más recomendable son unas cifras de entre los 16 y los 25 grados centígrados. El clima que más beneficia a esta fruta es uno que tienda a ser fresco y soleado. La altitud que mejor les sienta a las moras es entre los 1.200 y los 2.000 metros sobre el nivel del mar. La mora puede soportar humedades de un 70%, 80% o 90%.
Los suelos que mejor toleran las moras deben de tener un buen drenaje. Eso es importante para que no se encharquen. En cuanto a sus nutrientes, es bueno que contengan minerales como el fósforo o el potasio. La mora es resistente a las sequías y los riegos, cortos y localizados, deben tener cuidado también de evitar que se anegue la tierra.
La estación predilecta para plantar los árboles de la mora es entre el otoño y el invierno. Para proceder a su cosecha deberemos esperar unos ocho meses, cuando los frutos hayan alcanzado un color intenso. Es entonces, en la fase de recogida, cuando se debe tener sumo cuidado para que no se dañen ni se rompen. Y es que la mora, además de un fruto delicioso, es también delicado. Dos de las cualidades de las que puedes disfrutar con la mermelada extra de mora recolectada a mano de nuestro catálogo.