El buen tiempo, el verano, es una época única. Disfrutable de varias maneras. Una de ellas tiene que ver con la posibilidad de poder viajar, hacer alguna escapada a la playa o a alguna región que llevemos tiempo queriendo conocer. Otra de sus ventajas es que podemos gozar de tener más tiempo junto a los nuestros. Y parte de ese tiempo podemos emplearlo, por ejemplo en cocinar postres caseros en familia.

En casa, unos serán más o menos golosos. A unos les agradarán más o menos los sabores dulces, pero qué duda cabe de que los postres siempre tienen un hueco en el corazón y el paladar de grandes y pequeños. Es una ventaja a la hora de juntarnos en la cocina, pues así es más fácil ponerse manos a la obra, con un objetivo apetitoso en el horizonte.

Todo lo que necesitas es reunir a la familia una de esas tardes y empezar a trabajar en equipo. Poniéndose manos a la obra, tus hijos descubrirán que implicarse en la cocina en algo hecho por ellos mismos después tiene premio: valorarlo más cuando llegue a la mesa. Además, ese rato que pasaréis juntos, y de manera creativa, seguro que será fuente de momentos muy divertidos.

Postres caseros para disfrutar en familia

Aquí van algunas propuestas para cocinar postres caseros en familia. Una es un flan de membrillo y queso. Con queso crema, leche, nata, azúcar, caramelo líquido y gelatina, podréis chuparos los dedos con un dulce que respira clasicismo por todos sus rincones: el de los postres con queso y el tradicional sabor del membrillo, del que te hablamos aquí.

¿Y qué tal un yogur casero? Podéis hacerlo con miel y nueces. Es muy fácil. Solo necesitáis remover, en una jarra grande, leche, un yogur natural, leche en polvo y azúcar. Después de haber echado un poco de miel y trozos de nuez en cada compartimento de la yogurtera, echamos el líquido en ellos y lo dejamos toda la noche en la yogurtera. Si no tenéis, metedlos en el horno y dejadlos también cogiendo calor suave, después de haberlo apagado, toda la noche. A la mañana siguiente, un par de horas a la nevera y listos.

Tortitas, bizcochos, tartas…

Un postre que a la vez puede ser desayuno, o merienda, son las tortitas. Harina, huevos, leche, mantequilla, azúcar glas y levadura en polvo es lo que necesitas. Una vez hecha la mezcla, a la plancha y listas para comer. ¿Listas? ¡No! Les falta el toque especial. Un generoso baño de sirope a elegir: caramelo, chocolate, fresa y frutos del bosque.

Precisamente con mermelada de frutas del bosque podéis probar también a hacer un riquísimo bizcocho. Todo el mundo sabe lo bien que se complementan las texturas de cada uno. Por supuesto, podéis probar con otros sabores como manzana o melocotón. La lista es larga. También le van bien a tartas como las de queso, zanahoria o limón.

Pero si en casa os gusta el terreno de las tartas y queréis ir un poco más allá, aquí os dejamos una última recomendación. La fruta en almíbar también puede ser el protagonista principal de algún nuevo favorito entre los tuyos. Un ejemplo es la tarta de melocotón en almíbar, una idea especialmente refrescante, y sabrosa, para el buen tiempo.