Seguro que si te pones a pensar en cuáles son las frutas que reinan durante el verano te viene a la cabeza la sandía, las ciruelas, el melocotón y uno de sus grandes protagonistas, el melón.

Aparte de tener un sabor dulzón y ser muy apetecible en la época estival está lleno de virtudes y beneficios que harán que seamos aún más incondicionales de esta fruta.

Tiene un aporte calórico bajísimo porque está compuesto de un 90% de agua y sólo un 6% de azúcares, por lo que se convierte en el complemento perfecto para hidratarte, sobre todo en los días más calurosos. A esto le sumamos que al tener tanta agua es muy diruético por lo que nos ayuda a eliminar toxinas y al ser una fuente de fibra es muy eficaz contra el estreñimiento.

Es una eficaz arma contra el envejecimiento de la piel, ya que ayuda a combatir contra los radicales libres.

Con cada raja de melón que te comas tu piel estará infinitamente agradecida. Y os preguntaréis el porqué. Pues os cuento, primero porque contiene vitamina A, que es una gran antioxidante y además previene contra el cáncer, y vitamina B que es muy rica en betacarotenos, esencial para que nuestra piel coja ese ansiado moreno. Segundo tiene otra vitamina más, la E. Es una eficaz arma contra el envejecimiento de la piel, ya que ayuda a combatir contra los radicales libres. Os contamos un truquito, el melón calma y tonifica la piel, así que una mascarilla con su pulpa como base será un estupendo tratamiento facial para eliminar las impurezas y combatir las manchas y el acné.

Pero también tiene en cuenta tu corazón. El melón contiene adenosina, un anticoagulante que ayuda a prevenir las trombosis, la angina de pecho y los infartos.

Y no menos importante, está muy bueno y es un ingrediente perfecto tanto para platos dulces y salados, como macedonias, sorbetes.

¿Una rajita de melón?