Vivir una experiencia con alguna marca en algún evento o simplemente saboreando algún sabor nuevo hace que recordemos ese momento antes que otro. Sentirnos parte de algo especial y diferente nos hace sentirnos únicos.
Si mezclamos una experiencia exclusiva con gastronomía y restauración nos da como resultado una nueva tendencia, los restaurantes pop up. Un jardín escondido, un edificio emblemático o incluso abandonado, un teatro cerrado…en cualquier sitio puede empezar la magia.
Reciclan espacios y mobiliario, son fugaces e itinerantes, su duración en un mismo espacio es reducida y suelen ir migrando a distintas partes del mundo. Detrás de ellos suele haber algún chef o restaurador conocido pero también aprovechando este movimiento jóvenes que quieren dar un toque innovador y diferente a la cocina.
El origen de los restaurantes pop up está en EEUU y Inglaterra en el 2006 y poco a poco se ha ido expandiendo a todo el mundo y sobre todo desde hace dos años.
En España también tenemos ejemplos. En Madrid Menuda Vida Organic Club organiza cenas improvisadas, de temporada y clandestinas, en sitios indeterminadas y rodeados de misterio y sorpresas.
¿Por qué tienen tanto éxito? Posiblemente por la sensación de que si no lo pillas a tiempo nunca podrás disfrutarlo. La sensación de exclusividad, un ambiente único y rodeado de un grupo de personas reducido, con sabores que no esperas de antemano dan como resultado algo especial.
Todos aquellos que queráis vivir esta experiencia gastronómica, estad atentos a las redes sociales y blogs, son los principales canales de comunicación 😉
¿Os gustaría probar a cenar en un restaurante pop up?