¿Qué hace tan irresistible a la mandarina?

¿Por qué nos gusta tanto la mandarina? Es una cuestión que puede tener varios tipos de respuestas, desde luego. Una, en corto, es que la mandarina nos entusiasma por su sabor. Pero, sin embargo, hay mucho más de lo que hablar cuando nos acercamos al fantástico mundo de este cítrico. Una fruta que, por supuesto, como no podía ser de otra manera, tiene un espacio destacado en el catálogo de productos de esta casa. Adentrémonos, pues, en el universo de las mandarinas.

Lo primero en lo que podemos detenernos es en una pregunta básica: ¿qué es exactamente una mandarina? Pues se trata del fruto de diferentes tipos de cítricos, como la “citrus reticulata”, “citrus unshiu”, “citrus reshni” o “citrus tangerina”. Su origen hay que buscarlo en el continente asiático, de donde procede también su nombre por la similitud con el color de la indumentaria de los mandarines chinos. No fue hasta el siglo XIX que su consumo se introdujo en Europa, estando asociada a las altas esferas. España es uno de los principales países productores de mandarinas en el mundo.

Sus características, como su color naranja, su forma redondeada y su interior en gajos, pueden recordarnos a las de la naranja. Pero, ¿cuál es la diferencia entre las mandarinas y las naranjas? Las mandarinas suelen ser más pequeñas y tener una cáscara más fina que las naranjas, lo que posibilita que podamos abrirlas sencillamente con la mano. Además, suelen albergar una menor cantidad de gajos que las naranjas, compensándolo con una menor acidez en su sabor que en aquellas.

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Lo bueno de la mandarina, además, no se queda solo en su increíble sabor. Se trata de una de las mayores fuentes naturales de vitamina C que podamos encontrar. Esta vitamina es muy importante, no solo para la piel, los huesos y los cartílagos. También para la absorción de hierro o para el buen funcionamiento del sistema inmunológico, así como para la salud de algo tan sensible como nuestra vista y para la prevención de los resfriados. Pero, sobre todo, tiene una vital función antioxidante que mantiene en forma nuestro organismo.

Además de aumentar las defensas de nuestro cuerpo, las mandarinas nos proveen de una buena cantidad de fibra. Como sabes, es esencial para que el sistema digestivo esté en forma. Minerales como el potasio aportan gran parte de la energía que necesitamos en nuestro exigente día a día, mientras que el calcio y el fósforo son beneficiosos para la salud ósea. La mandarina es también un buen ejemplo de fruta diurética y con alto poder saciante, por lo que es muy buena para una dieta ligera, siempre bajo la supervisión de especialistas.

Son, desde luego, buenas razones para reafirmarnos en lo mucho que nos gustan las mandarinas y en lo importantes que son en nuestras vidas. Por si fuera poco, los gajos que encontrarás en almíbar ligero en nuestro catálogo están seleccionados cuidadosamente por nuestros profesionales. Ellos conocen bien las necesidades y la atención que la mejor materia prima necesita. Todo ello forma parte del secreto que responde a la pregunta “¿por qué nos gusta tanto la mandarina?”.

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