Puede que las grosellas no sea una de las frutas más conocidas de nuestro panorama gastronómico. Es por eso que precisamente queremos hablarte un poco acerca de ella. Queremos que la conozcas, ya que es una de las protagonistas fundamentales de uno de los productos estrella de esta casa: las mermeladas extra de Helios. En concreto, una tan sabrosa y con tanta aceptación como la de frutas del bosque. Así que prepárate para sumergirte en el mundo de esta fruta con un nombre, además, tan bonito.
Parece que la etimología de la palabra grosella, su origen, procede del francés y vendría a significar algo así como “baya rizada”. Se trata del fruto que da una planta, el arbusto de hoja caduca llamado Ribes Rubrum, que tiene entre uno y dos metros de altura. Existen dos tipos. Las de color negro, presente en nuestra mermelada y con varias propiedades como veremos después, y las de color rojizo con una piel fina, a veces también conocida como zarzaparrilla roja que suele tener entre ocho y doce milímetros de diámetro.
Las grosellas tienen un sabor muy particular. Tanto es así que podríamos aventurarnos a describirlo como una mezcla prácticamente perfecta entre el dulce y el ácido. Además, tienen un toque refrescante, sobre todo al morderlas, que las hace también únicas. Poco, muy poco tienen que envidiarle a otras frutas del bosque hermanas como las fresas o las frambuesas, más conocidas. Las grosellas, como esas otras, también pueden consumirse frescas o para hacer mermeladas y confituras, postres o zumos.
Las grosellas y su buen aporte de antioxidantes
La grosella forma parte de esos frutas del bosque que podrás encontrar en nuestro catálogo, junto a frambuesas, fresas, moras y arándanos. Son frutos que crecen de forma asilvestrada, espontánea en árboles de pequeño tamaño o en arbustos. Comparten cualidades con la grosella, como la resistencia de esta al frío y lo relativamente fácil de su cuidado. Su recolección se realiza normalmente en los meses de verano en la época en la que están más maduras. Es entonces cuando en su pleno esplendor comienza la fiesta en la mesa y nos beneficiamos de esta delicia de la naturaleza.
Al tener bajo contenido calórico, la grosella es una fruta que encaja bien con las dietas ligeras siempre asesoradas por especialistas. Pero sobre todo destaca por dos motivos. Uno es su alto contenido en vitamina C, con lo positivo que eso tiene para nuestro sistema inmunológico. Y, segundo, por su acción antioxidante que neutraliza a los radicales libres que desgastan nuestro organismo ayudándonos a prevenir enfermedades degenerativas. Además, su fibra la hace especialmente indicada para favorecer nuestras digestiones. Minerales como el potasio, el calcio, el magnesio o el hierro completan las propiedades de una fruta que incluso también tiene beneficios antiinflamatorios.
Ahora ya conoces mejor la grosella. Y no tienes excusa para, por ejemplo, comenzar el día desayunando una buena tostada con la mermelada extra de frutas del bosque Helios. La grosella en combinación con frambuesas y fresas pondrá en tus mañanas ese toque a medio camino entre la dulzura y una ligera acidez que te dará ganas de comerte el mundo.