La vida sería muy distinta sin las recetas tradicionales que nos hacen tan felices. Y es que, para nosotros en Helios, y estamos seguros de que para ti también, sentarnos a la mesa en buena compañía significa mucho más que simplemente desayunar, almorzar, merendar o cenar. Porque esos momentos, además de alimentar nuestro cuerpo y darle la energía que necesita para seguir estando activos, suponen un instante especial gracias al cual pasamos el tiempo que necesitamos junto a los nuestros.
En muchos de esos momentos únicos nosotros y nuestros familiares y amigos somos los verdaderos protagonistas. Pero hay también algo que siempre está, que no puede faltar, y cuya presencia contribuye a hacer de ese rato en la mesa algo verdaderamente memorable. No hablamos solo de buenos alimentos y de una materia prima de calidad, algo que siempre tenemos presente en Helios, sino de otro de nuestros rasgos distintivos. Hablamos de esas recetas tradicionales que se han transmitido de generación en generación hasta llegar a nuestros días.
Esa sabiduría ancestral se remonta muy atrás en los años, las décadas e incluso los siglos. Constituye una garantía, una guía acerca de cómo deben prepararse los alimentos, cocinarse para obtener platos muy variados y ricos y cómo toda esa actividad debe estar marcada por esos ingredientes secretos que en Helios amamos: el respeto a la tradición natural y el cariño con el que se hacen las cosas bien hechas. Para nosotros, todo ello forma parte de un legado que intentamos honrar cada día con los productos de nuestro catálogo.
Sabor desde el origen y recetas tradicionales para ofrecerte solo lo mejor
En Helios, darte lo mejor pasa por llevar hasta tu mesa la materia prima más óptima de los generosos campos de nuestro país. Además, cumplimos con ello uno de nuestros compromisos de sostenibilidad. El de apostar por el cultivo local. Gracias a eso ponemos nuestro granito de arena para favorecer a las comunidades de agricultores locales. Y también impulsamos el cuidado del medio ambiente reduciendo las distancias que recorren nuestros productos desde el lugar en el que crecen hasta ti. Por eso en Helios importa tanto el origen.
Por ejemplo, las frutas de nuestras mermeladas y confituras tienen la personalidad de la tierra de la que proceden. Es lo que ocurre con las fresas de los campos de Andalucía y Castilla y León. O las ciruelas de Murcia y Aragón. O el higo de marcos incomparables como el del Valle del Jerte y el de Toledo. Las moras de las fértiles tierras onubenses y Valle del Jerte. Las manzanas de Cataluña y Aragón Los melocotones de Granada, Navarra y La Rioja. O las naranjas amargas recolectadas a mano en los campos de Valencia y Sevilla.
Porque en Helios a eso que tú llamas sabor, nosotros le llamamos origen. Un origen que tiene que ver tanto con la tierra como con nuestras costumbres. Que está directamente relacionado con las recetas tradicionales con las que elaboramos nuestras mermeladas, confituras, vegetales, cremas, miel y conservas. Siguiendo las tradiciones que nos han traído hasta aquí, hasta el día de hoy en que nos gusta más que nunca disfrutar de lo bueno. Esos son nuestros secretos más naturales.