Sin duda, la mermelada de manzana es una de las que más usos distintos permiten. No solo para los desayunos o meriendas. También sabemos que es un ingrediente fundamental en muchos postres. Para ello está nuestra mermelada diet de manzana.

Disfrutar sano

Lo que quizá no es tan común es saber que podemos combinar esa repostería con una vida más sana. Es decir, podemos seguir disfrutando de todo el sabor dulce de siempre cuidándonos un poco más.

Sentirnos bien es una cuestión muy importante todo el año, pero especialmente en estos meses de buen tiempo. ¿Quién no quiere disfrutar de un verano, con más tiempo libre y sintiéndose más ligero y con ganas de hacer cosas? En familia, en pareja o con amigos, a todos nos gusta compartir esos luminosos momentos.

Llevamos una alimentación equilibrada, nos hidratamos y tratamos de combatir el sedentarismo haciendo ejercicio. También intentamos aprovechar más esa época del año en que tenemos más tiempo para nosotros mismos, para el relax y para gozar de los deleites de la vida, que bien merecidos los tenemos.

Pero también es cierto que cuando los días son más largos y nos sentimos mejor puede que sea difícil resistirnos a poner ese toque dulce que deseamos después de una comida o cena con personas queridas. Es especialmente para esas ocasiones para las que aparece la mermelada diet de manzana como cómplice de nuestro bienestar.

Mermelada diet de manzana: mismo sabor, menos calorías

La mermelada diet de manzana se elabora con fruta española, ya que el nuestro es el mayor productor de fruta y verdura de la Unión Europea, con unas 13 toneladas anuales. En concreto, en cada envase encontrarás manzanas procedente de los campos de las comunidades autónomas de Aragón, La Rioja y Cataluña.

Esta mermelada de nuestra gama diet garantiza todo el sabor con menos calorías. Importante también: contiene fibra y no tiene azúcares añadidos ni gluten. Como ya hemos dicho, es una buena manera, ligera y sana, de empezar el día untada en las tostadas del desayuno.

Sin embargo, donde quizá podemos sacarle más partido del que lo que hemos hecho hasta ahora, es en la repostería. Hay varios ejemplos donde esta mermelada de manzana puede ser la gran protagonista.

¿Qué tal un hojaldre relleno de mermelada de manzana? En sus más que variadas formas: cuadrados, triángulos o redondos individuales, o bien alargado para compartir en familia. Verás qué delicia sentir el crujido de la masa a la vez que el sabor dulce de la manzana.

Otra opción por la que decantarnos es la de un bizcocho relleno. La mermelada de manzana entre el mismo puede aportar toda la frescura a este postre tan tradicional. Un sabor que puede ser casi hasta una suculenta sorpresa oculta para los comensales antes de probarlo.

Y, claro está, ¿qué hay de uno de los mayores clásicos de sobremesa? Exacto, hablamos de la tarta de manzana. Desde luego, uno de los postres más populares y que no necesita presentación, y donde la mermelada juega un papel principal ya sea en el interior o como ayuda para su decoración externa. Todas ellas fantásticas maneras de disfrutar de manera saludable.