¿Podríamos vivir sin caramelo? Quizá nunca te hayas hecho esta pregunta, pero este es un buen momento para planteárnosla. Al fin y al cabo, es natural que nos guste todo lo bueno que tenemos a nuestra disposición, todas las cosas ricas de las que nos provee la naturaleza. Seguro que te pasa como a nosotros, que sentimos que una de las mayores suertes que tenemos en esta vida es poder disfrutar de un sinfín de sabores, a cada cual más apetitoso.
Antes de nada, vamos a ver primero qué es el caramelo, de qué hablamos cuando pronunciamos esa palabra tan sugerente. Por caramelo entendemos, de forma primordial, un tipo de dulce realizado a base de llevar el azúcar a su punto de cocción. Cuando este se calienta, sus moléculas se desprenden y se vuelven a formar con el color, de un marrón más o menos intenso, con el que lo asociamos. Y, sobre todo y más importante, conseguimos ese sabor dulce tan característico y atractivo. Es un proceso relativamente sencillo pero que nos da siempre muchas alegrías.
El caramelo, por si fuera poco, tiene una larga historia. Ya en la Antigüedad, especialmente en las zonas de Medio Oriente y de Asia, se solía cocer el azúcar para obtener caramelo. Después, esa creación se extendería por Europa durante la Edad Media mediante las rutas comerciales y el florecimiento del cultivo de la caña de azúcar. En el siglo XIX la Revolución Industrial consiguió que se pudiera procesar caramelo a gran escala. Finalmente, ya en el siglo pasado, el XX, se produjo la gran explosión de consumo de caramelo bajo distintos formatos a lo largo y ancho de todo el planeta.
El sabor original y natural del caramelo está en nuestro sirope
Y ahora viene lo mejor. Porque lo más irresistible del caramelo es, obviamente, tenerlo a mano y degustarlo. En Helios queremos ponerte las cosas fáciles, para que siempre puedas maximizar los buenos momentos de la vida. Esos que tanto nos gusta compartir con la gente a quien queremos y nos quiere. Por eso, aunque el proceso para lograr hacer caramelo no sea especialmente difícil, nosotros nos encargamos de todo, con el mayor esmero y cuidado que nos caracteriza desde hace décadas, para que tú, en la mesa, solo tengas que disponerte a entrar en una nueva dimensión.
Nuestra forma de ponerte fácil darte un homenaje de caramelo tiene un nombre concreto: sirope. Una versión suculentamente del caramelo con el punto justo de sabor y una textura entre lo líquido y lo espeso que le confiere su carácter único. Se trata de una salsa para postres que, en un envase antigoteo, se convertirá en una de tus grandes aliadas cuando tengas que celebrar algo, por ejemplo, alrededor de una merienda “disfrutona”.
Disponible también en versión sin azúcares añadidos, esto era lo que le hacía falta al caramelo para ganarse un lugar indiscutible en tu corazón. Ah, y eso no es todo, si hablamos de salsas para postre Helios. Porque te recomendamos que pruebes nuestros otros sabores de siropes, como el de fresa, el de frutos del bosque o el de chocolate. Son el “topping” perfecto para tortitas, crepes o gofres caseros. ¡Lo único difícil será elegir solo uno!