Normalmente en nuestras cocinas las especias o bien las tenemos frescas o bien secas. Aunque la primera opción es la más deseable, por el olor, el sabor…no siempre es posible. No todos podemos tener la maceta de albahaca o tener un super que tengan las especies que queremos frescas.
Las especias frescas son un lujazo para hacer aceites aromáticos, por ejemplo de orégano o tomillo.
Os vamos a contar algunos truquillos para los dos casos: frescas y secas.
En el caso de que las compremos o tengamos frescas lo mejor es conservarlas enteras en el frigorífico. Envolverlas en un trapo húmedo y meterlas en una bolsa de plástico para evitar que cojan olores de otros alimentos.
Hasta que no las vayamos a utilizar es mejor no lavarlas o molerlas.
Ah! y son un lujazo para hacer aceites aromáticos, por ejemplo de tomillo o de orégano.
Posiblemente la opción de tener, sobre todo, especias secas será la más común. Por eso aquí os dejamos algunas ideas para conservarlas:
– Es preferible que no les de directamente la luz.
– Utilizar botecitos pequeños y que estén cerrados herméticamente.
– Mantenerlos alejados de cualquier fuente que genere calor y humedad.
– Hay especias que si es conveniente guardar en el frigo para que mantengan su color y aroma: Pimentón, curry, paprika y chiles.
– Si decidís guardar vuestras especies en el frigorífico no os olvidéis de cerrar muy bien el recipiente para que no cojan humedad u olor.
Y vosotros, ¿Tenéis algún truco especial?