¿Alguna vez habíais oído hablar de unas ciruelas fermentadas con una antigua técnica oriental con propiedades digestivas y fisiológicas? Si no es así, ya es hora de que las conozcáis y os beneficies de ellas, porque una vez que te acostumbras a su sabor, se convertirán en un aliado infalible en tus digestiones difíciles. ¿Quieres saber más?

La palabra umeboshi significa ciruela hidratada, pero su aspecto a simple vista es más bien parecido a un albaricoque debido a su proceso de fermentación. Las ciruelas son cuidadosamente escogidas y se dejan secar sobre esterillas de arroz al aire libre. Por el día el sol las seca y endurece, por las noches el rocío las humedece y así durante algunos días.

La ciruela va reduciendo su tamaño y se va arrugando. Es entonces cuando se entierran en barriles de madera con sal cruda y peso por encima. Con la acción de la sal se van curando y desprendiendo el jugo, que queda al fondo del barril.

Gracias a este proceso, las ciruelas mantienen todas sus propiedades. Es más, las ciruelas umeboshi contienen el doble de proteínas, minerales y grasas, así como calcio, hierro y fósforo.

¿Cuáles son sus beneficios para la salud?

Por sus propiedades alcalinas, nos ayudan a neutralizar la acidez de las comidas, especialmente de aquellas pesadas, azúcares, harinas y fritos. Una ciruela umeboshi después de una comida copiosa evitará el reflujo y el incómodo ardor de estómago.

Los distintos ácidos que se encuentran en el umeboshi también ayudan a:

– Ayuda a eliminar las químicas artificiales de nuestro organismo, como grasas saturadas, azúcares y harinas refinadas, etc.

– Facilita el tránsito intestinal al acelerar el movimiento peristáltico del intestino y tienen un efecto laxante, son ideales para problemas de estreñimiento.

– Tienen un efecto antiséptico que limpia nuestro organismo y nos ayuda a prevenir las enfermedades infeciosas.

– Previenen la fatiga y el cansancio, resultado de la acumulación de ácidos no descompuestos.

– Tienen efecto antioxidante que previene el envejecimiento de la piel.

– El umeboshi combate problemas de halitosis.

Depués de leer todos los beneficios, ¿hay alguien a quien no le despierten la curiosidad? Es siguiente paso será probarlas y superar su sabor salado y ácido a la vez. Una vez superado eso, ¡todo son beneficios! ¿Os animáis a probarlas?