Hoy vamos a hablarte del arroz a la cubana. Se trata, sin duda, de un plato bien tradicional y que a muchas personas les resultará muy conocido. Pero puede que también haya otras que estén menos familiarizadas con él. Tanto a unas como a otras os proponemos pasar un rato hablando sobre su origen y posibilidades. Unas posibilidades que encuentran uno de sus secretos, precisamente, en uno de los productos de los que estamos más orgullosos en Helios: nuestra salsa de tomate.
Pero vamos primero a adentrarnos de lleno en el universo del arroz a la cubana. Sin temor a equivocarnos podemos decir que, para muchas personas, son cuatro palabras que son capaces de transportarnos al pasado. Al menos, de forma emocional, es leer “arroz a la cubana” y poder evocar con facilidad algunos de los momentos más felices de nuestra infancia. Esos almuerzos o cenas de fin de semana, o esos veranos en los que el tiempo parecía detenerse. No hay muchos platos de comida que tengan ese poder. Esa es una de las razones por las que decimos que es “mágico”.
Y es que el arroz a la cubana posee ingredientes que tienen la particularidad de gustarle no solo a los más pequeños de la casa. Aunque nos hagamos mayores, su combinación de elementos no deja de resultar atractiva. Es enumerar la lista y se nos hace la boca agua: arroz blanco, huevo frito, plátano frito y salsa de tomate. Como veremos a continuación, en ese último ingrediente radica el mayor secreto para que tu arroz a la cubana pase de ser “rico” a convertirse en “irresistible”.
El toque maestro para tu arroz a la cubana casero
Resulta curioso que, con respecto a la historia de este plato, los especialistas no acaben de ponerse de acuerdo. Lo que está claro es que el arroz a la cubana nació como fruto del intercambio culinario entre los llamados viejo y antiguo continente, Europa y América. O, más concretamente, entre la gastronomía caribeña de Cuba y la de española, especialmente, la de las Islas Canarias. Como sabemos, combina algunas de las materias primas más presentes y apreciadas a uno y otro lado del océano Atlántico.
Uno de sus puntos fuertes es que es un plato tan apetitoso como sencillo de hacer. Lo primero que debemos hacer es hervir el arroz blanco con un poquito de aceite de oliva y ajo opcional. Entonces, freímos en una sartén los plátanos, asegurándonos después de secar el aceite impregnado. A continuación, se fríen los huevos con un poco de sal. Llegado ese momento, es tiempo de tener a mano el toque maestro para tu arroz a la cubana casero.
Porque, en ese punto, añadimos la salsa de tomate a nuestro plato. Pero, claro está, no puede ser una salsa cualquiera, sino aquella en la que confías desde hace generaciones por su sabor natural desde el origen. La de Helios. Hecha con los mejores tomates de las huertas más generosas de nuestro rico país, como las extremeñas y andaluzas. Tomates con una textura, aroma y gusto únicos que le dan a tus platos el toque de distinción que contribuyen a engrandecer tu buena mano en la cocina. Porque merecemos disfrutar de lo mejor, apuesta por el sabor natural de Helios.